Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Estamos casados... por los hijos
Author: Jose Luis Duarte
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La familia es el primer laboratorio social donde los niños aprenden a comunicarse, a negociar, compartir, cooperar y competir imitando a lo...
La familia es el primer laboratorio social donde los niños aprenden a comunicarse, a negociar, compartir, cooperar y competir imitando a los adultos. Una pareja que tiene una buena comunicación, que sabe negociar sus diferencias, se brinda amor y cuidados mutuos, constituye un buen modelo de pareja para los niños

Por el contrario permanecer en una relación insatisfactoria, ya sea por la culpa de poner fin al matrimonio, por presión social, por la situación económica o por temor a desencadenar una tragedia, sólo logra empeorar las cosas. Constituyendo un modelo negativo de pareja y de familia para los hijos, que se dan cuenta a cualquier edad, de la tensión existente en el hogar, el desprecio, la indiferencia y en otras ocasiones el maltrato entre los padres.

Algunas parejas que toman la decisión de continuar viviendo juntos por los hijos, lo hacen con la esperanza de una vida mejor para los niños, vivir más tranquilos aparentemente, con menos sufrimiento para los hijos o con más dignidad ante la sociedad.

Evidencias en diferentes investigaciones refieren que los niños sufren más en una situación en que se dan cuenta y viven día a día la falta de amor, respeto y afecto entre los padres, que cuando deciden vivir separados; ya que están expuestos a pleitos constantes, discusiones nocivas, cargadas de maltrato verbal y a veces hasta físico.

Todo ello conlleva un alto nivel de preocupación, estrés e inseguridad para los hijos y toda la familia. Por lo que su salud mental, su desarrollo se ve comprometido, y sus necesidades básicas de amor, afecto, y seguridad se ponen en juego.

Por duro que sea para un niño saber que sus padres ya no van a vivir en una misma casa, no lo será más que vivir en un ambiente hostil, en donde a veces hasta se hacen parte del conflicto de la pareja, y se ven obligados a tomar partido escuchando las quejas que uno padre da sobre el otro cuando aún no tienen la madurez para comprender lo que sucede como tampoco les corresponde saber el problema íntimo de la pareja conyugal.

Sin embargo, la experiencia clínica revela que por lo general es difícil y complicado para muchas parejas continuar viviendo bajo el mismo techo...por los hijos; especialmente porque se desencadenan una serie de sentimientos y emociones como los que a continuación se mencionan:
  • Sentimientos de soledad
  • Sentimientos de ser despojado de su dignidad y respeto.
  • Pérdida de la relación cotidiana con la pareja
  • Baja autoestima
  • Trato indiferente
  • Depresión generada por el rechazo
  • Alivio aparente disfrazado de ira
  • Enojo muchas veces tan intenso, que puede llegar a la violencia física.
  • Puede verse amenazada la propia identidad
Por lo que una pareja de padres responsables y maduros que desean el bien para sus hijos puede invitarse a reflexionar sobre dos aspectos:
  • Continuar la vida juntos en pareja y con sus hijos trabajando todas aquellas diferencias que hacen la vida difícil, dispuestos a solucionar dando un modelo funcional a los hijos de lo que es una familia sana y amorosa.
  • Separarse de mutuo acuerdo y ser dos padres responsables que ofrezcan una familia binuclear en donde cada uno sea un hogar en armonía para sus hijos.
Claudia Cuyún
Psicología Familiar y de Adolescentes
Terapeuta en Audición y Lenguaje
Licda. Psicología Clínica

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