¿Todavía sueñas nidos en tus ramas
y verdes hojas en la primavera bebiendo el sol,
sacudiéndose la lluvia con el viento?
Viejo tronco, encallas en el puente,
quizá suspires por ser barcaza de un náufrago,
y llevas sin rumbo su alma en tu savia.
Has sido un momento espejo de mis ojos,
de una muerte que ya navega hacia mi orilla,
esa ribera donde un mañana me está buscando.
Y planto un rosal esperando su esplendor aunque me haya ido.
Entibio la mirada con el vaho de mi aliento
para ser solo la huella de una lágrima.
Emoción: has quedado lejos y ahora me buscas.
No dejé vestigios en el camino, no te acerques,
la voz que se recogía en un poema no ha murmurado,
tampoco ellos, los que me saludaron en el camino.
Mi nombre quedó atrapado en la lejanía…
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autora
Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
y verdes hojas en la primavera bebiendo el sol,
sacudiéndose la lluvia con el viento?
Viejo tronco, encallas en el puente,
quizá suspires por ser barcaza de un náufrago,
y llevas sin rumbo su alma en tu savia.
Has sido un momento espejo de mis ojos,
de una muerte que ya navega hacia mi orilla,
esa ribera donde un mañana me está buscando.
Y planto un rosal esperando su esplendor aunque me haya ido.
Entibio la mirada con el vaho de mi aliento
para ser solo la huella de una lágrima.
Emoción: has quedado lejos y ahora me buscas.
No dejé vestigios en el camino, no te acerques,
la voz que se recogía en un poema no ha murmurado,
tampoco ellos, los que me saludaron en el camino.
Mi nombre quedó atrapado en la lejanía…
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autora
Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
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