Por eso, hoy te ayudo a pensar en esos malos hábitos de los padres que pueden no ser positivos para los niños.
Prestando atención a la imagen, pero sin obsesionarnos
En esta época, donde desde los medios de comunicación nos bombardean con la perfección de un cuerpo perfecto en una vida perfecta en un mundo perfecto, es difícil resistir la tentación de no caer bajo los hechizos de la falsa promesa, que todos debemos ser top model.
Si tienes niñas, sobre todo, ten cuidado cuando te mires al espejo, no te obsesiones y no te desvarolices. La belleza va más allá de un cuerpo perfecto o de un talle pequeño, cuidando tu autoestima, cuidas la de tu pequeña.
La relación que tú establezcas con la comida será la que establezcan tus hijos. Si ellos observan que tú comes como desahogo, si comes cuando estás triste o para sentirte mejor, ellos harán lo mismo. Utiliza otras herramientas, como salir a caminar o hablar con alguna amiga.
Haz lo que yo digo... y lo que yo hago
Contínuamente vemos los preadolescentes y adolescentes, prisioneros de los celulares; caminan por la calle enviando mensajes; estudian mientras mandan mensajes; están en una reunión con amigos y aún así, mandan mensajes. Es hora de que nos preguntemos qué relación tenemos nosotros con la tecnología.
Si cuando te sientas a la mesa, no puedes dejar de atender tu celular, tus hijos recibirán el mensaje de que ellos pueden hacer lo mismo. Hay momentos que son para compartir el diálogo, para poder conversar de cómo estuvo nuestro día y de los planes que tenemos para el día siguiente.
Cuando te equivoques en algo con tus hijos, acéptalo y pide disculpas, de esta manera el vínculo de confianza que establezcas con ellos será invencible.
Encuentra más consejos acerca de la educación de nuestros hijos tras el enlace. ¿Qué otros hábitos de los adultos crees que pueden influenciar negativamente a nuestros chicos?
Fuente: Entre Padres
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