Es sorprendente la cantidad de personas que continúan reaccionando a situaciones en el presente, de la misma manera como lo hicieron en el pasado. Aun cuando sus condiciones cambiaron, las dificultades se superaron y las circunstancias son otras, sus reacciones siguen siendo las mismas, sufriendo, por ende, el desgaste y la afectación que vivieron.
Y es que en muchos casos continuamos amarrados al pasado, especialmente a las vivencias difíciles, y si a eso le sumamos el hecho de que solemos escoger personas para compartir la vida, con actitudes o características similares a las de nuestros padres, luce como que estamos condenados a repetir la historia, sin posibilidad de soltarnos de ella.
Quienes tenemos que cambiar, ¡somos nosotros! Hagamos el compromiso y el trabajo personal necesario para soltarnos del pasado, de lo que vivimos con dolor y limitación, quedándonos solo con la madurez y el conocimiento que adquirimos a través de esas experiencias.
Para lograrlo necesitamos identificar las actitudes, los comentarios o las situaciones que disparan nuestras reacciones y que nos traen esos recuerdos negativos. Darnos cuenta en ese momento de que no es la persona y su comportamiento, ni siquiera la situación que estamos viviendo los que causan nuestro descontrol, estrés y afectación, sino la conexión directa con alguna experiencia anterior que tenemos guardada y sin resolver, nos ayudara a responder de una mejor manera.
Bien vale la pena recordar que sólo a través de la resolución de algunos de esos recuerdos es como podemos liberarnos de esa carga emocional negativa que seguimos guardando, y que lograrlo nos hará libre del hábito de responder exageradamente a ciertas situaciones que estimulan nuestras reacciones más negativas.
Somos el producto de todo lo que hemos vivido, lo hayamos aprendido o no.
Hagamos el esfuerzo de observarnos a nosotros, sin juicio y sin crítica, sólo con el ánimo de conocer la conexión que existe entre nuestras reacciones, actitudes y comentarios, y los pensamientos, las ideas, los prejuicios y las creencias que los alimentan.
La próxima vez que una persona o una situación te haga sentir fuera de control, maneja tus reacciones y piensa en que representa una oportunidad para revisarte, trasformarte y cerrar esa puerta que te conecta con tu pasado.
UNAS CLAVES
Suelta el pasado. Toma ladecisión de soltar los recuerdos negativos del pasado, vivir tu duelo y sanar emocionalmente, de manera que puedas vivir el presente, atento a reconocer y a valorar todas las oportunidades que lleguen a tu vida.
Asume el compromiso de cambiar. Solo tú puedes hacer algo concreto para dejar de reaccionar cuando te sientes afectado emocionalmente, repitiendo una y otra vez los mismos pensamientos, actitudes y comportamientos. Haz una lista de propósitos personales y cumple cada uno de ellos.
Evita justificarte. Cada vez que la vocecita justifique un pensamiento, sentimiento o comportamiento equivocado, asume la responsabilidad de tu error y haz cuanto sea necesario para corregirlo y aprender de esa experiencia, para no tener que repetirlo.
Maytte Sepulveda
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