Si en este momento hiciéramos un inventario de nuestra vida, tal vez descubriríamos que hemos vivido la mayor parte del tiempo llenos de preocupación, con dolor, atemorizados o, simplemente, que hemos perdido la posibilidad de disfrutar de muchos momentos buenos, a causa de que estuvimos conectados al pasado o angustiados por el futuro a través de nuestros pensamientos.
Generalmente, somos nosotros mismos los que nos saboteamos la posibilidad de ser felices. La mayor resistencia a vencer está en nuestros pensamientos, y, dependiendo de lo positivos o negativos que sean, interpretaremos las situaciones que se nos presentan cada día.
Si la vida está ocurriendo en este instante, entonces, ¿por qué le permitimos a nuestra mente que nos lleve a pensar en el pasado, reviviendo una y otra vez los momentos y las situaciones difíciles que alguna vez vivimos y que aún no hemos podido superar? No hay nada que podamos hacer para cambiar lo que ya ocurrió y, aun así, nos quedamos recordando a las personas que nos hicieron daño, obligándonos a mantener abiertas las heridas afectivas que nos causaron.
¿Hasta cuándo vamos a revivir esos recuerdos tan negativos que sólo nos afectan a nosotros mismos? A partir de ahora puedes construir una vida mejor para ti y para los tuyos.
Otro elemento que necesitamos revisar y transformar es el temor con el que miramos hacia el futuro, imaginando, casi siempre, cosas terribles que pueden llegar a sucedernos. Recuerda cuantas veces te preocupaste por un oscuro futuro y no pasó nada de lo que imaginaste. Nos sentimos angustiados y abrumados cada vez que pensamos en todo lo malo que puede ocurrir: enfermedades, escasez, peligros& pero, al final, todo se arregla. ¡Vamos a liberarnos de la preocupación!
La vida es un viaje corto, lleno de aventuras, momentos inesperados y lecciones por aprender, somos nosotros quienes calificamos cada experiencia de forma positiva o negativa. Recordemos que la Divinidad siempre está de nuestro lado, aun cuando enfrentemos situaciones difíciles que no esperábamos. Muchas veces, sólo nos hace falta cambiar nuestra actitud y fortalecer la fe, para permitir que la Divinidad actúe.
CLAVES PARA RENOVAR TU ACTITUD
Perdona y suelta. No puedes seguir viviendo en función del pasado. Vamos, es tiempo de pasar la página tomando lo mejor de todo lo que viviste y mirando hacia el presente con una actitud mucho más positiva.
Espera siempre lo mejor... Y trabaja para conseguirlo. Cuida tus palabras y frases más comunes, tratando de que sean siempre afirmativas y positivas. Practica la sonrisa, especialmente en los momentos en los que te encuentras solo. Al hacerlo reforzarás el mantener una actitud más positiva.
Busca a Dios, sin importar el concepto que tengas de él, cierra tus ojos y siente su presencia en tu interior, pídele que te acompañe, pues la vida es demasiado bella para vivirla solo.
Maytte Sepulveda
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