Relaciones... en general, algo complicado de manejar. ¿Relaciones tóxicas? Un nivel completamente más elevado.
El primer paso con relaciones tóxicas es reconocer que son tóxicas. Después, saber cómo dejarlas y superarlas
Pero, ¿y cómo aprendemos de lo que pasó?
¿Qué nos enseñan las relaciones tóxicas?
- Que somos más fuertes de lo que pensábamos (o que no lo somos).Cualquiera de las dos opciones está bien. No invalide una lección simplemente porque no es placentera. De cualquier manera, ya sea porque descubrimos algo extraordinario acerca de nosotros mismos y lo podemos ahora aplicar a todo lo demás, o porque descubrimos que nos hace falta trabajar algo para poder lograr lo que queremos – aprendimos algo! Bienvenido sea.
- Que volver sólo nos expone a más dolor. Dice un cuento que había una vez una mujer que se fue de safari. Mientras estaba segura en su coche, vio a la distancia un hermoso león que dormía plácidamente contra un árbol. Quedó perpleja de tanta belleza y decidió acercarse lentamente a pesar de que su instinto le decía “peligro.” Cuando llegó cerca del león, que seguía durmiendo, le pareció aún más hermoso, quedó enamorada y entonces decidió acariciarlo suavemente en la cabeza. En ese momento el león se despertó y ágilmente saltó sobre la mujer, atacándola violentamente. De milagro, unos guías lograron disparar y sedar al león y rescatar así a la mujer, que estaba en muy mal estado. Ya en el hospital, la mujer se empezaba a recuperar y una amiga llegó a visitarla. Al ver a la mujer llena de heridas y vendas, le dijo, “Pobre, parece que estás con mucho dolor y agonía.” La mujer respondió, “Mucho dolor amiga! El león no escribe, ni llama, ni viene…” He ahí el ciclo de una separación traumática de una relación. Nos duele, nos lastima… nos alejamos, y aún así añoramos a la otra persona y deseamos saber y escuchar de ella, exponiéndonos a más dolor. Lección para aprender: Concentrarse en sanar heridas y no en regresar a la fuente del dolor.
- Que el amor no debe doler. Para muchos la creencia de que si no duele, no es amor, es algo natural. Pero el amor verdadero nutre, apoya, impulsa y protege – jamás lo contrario. Si usted ha salido de una relación tóxica, examine cómo se siente… si se encuentra debilitado, inseguro, enojado, pesimista, esto es la consecuencia de un “amor que duele”. Cómo le gustaría sentirse? Feliz? Poderoso? Optimista? Lleno de ilusiones? Pretender volver o entrar en otra relación tóxica esperando que las cosas cambien, es engañarse a sí mismo y prolongar un dolor que podría estar reemplazando con felicidad y plenitud. Aprenda de la relación tóxica que éstas le hacen perder su esencia y camino. Usted se merece algo mucho mejor.
- Que hay veces en que tenemos que aprender la lección más rápido. Vivir conscientes implica estar en el presente y alerta a todo lo que está pasando. Todo pasa por una razón, incluso las relaciones tóxicas. Algo tenemos que aprender que nos ayudará en nuestro camino espiritual. Pero la rapidez con que aprendamos una lección depende de nosotros y de si estamos desarrollando nuestro trabajo interior, o haciéndonos los ciegos porque es más cómodo. Si usted ha estado en una relación tóxica por mucho tiempo, o pasado de una a otra relación tóxica, pregúntese qué lección no quiere aprender y cómo puede superarla para poder pasar a cosas mejores. No necesita estar 10 años en una relación problemática cuando podría aprender al primer signo, y seguir adelante. No confunda, darle una oportunidad al otro y a la relación, con negar la situación.
- Que la felicidad depende de nosotros mismos. Nadie nos puede hacer feliz, y nadie nos puede hacer miserables. Esto es responsabilidad propia y por lo tanto debemos retomar control. Decir que somos infelices porque la otra persona hizo esto o aquello es quitarse todo el poder de su existencia y regalárselo a los demás.
- Que todo pasa. Si ha vivido y superado una relación dolorosa, puede entender ahora que todo pasa y sigue adelante. La próxima vez que se vea en una situación difícil, recuérdese a sí mismo, “esto también pasará.” Y es gracias a su determinación para manifestar una mejor realidad.
Saldra Silva
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