El comienzo de la vida en común se inicia con un ritual que encierra los votos que cada uno hace de amar, respetar, acompañar y apoyar a la otra persona por el resto de nuestra vida. Pero cuántos de nosotros somos conscientes en ese momento del significado y la profundidad de nuestro compromiso.
Amar a otra persona significa aceptarla como es, con sus limitaciones y talentos, sin pretender cambiarla para nuestro beneficio y tranquilidad. También implica estar dispuestos a brindarle lo mejor de nosotros, sin exigencias o condiciones y a cambio deberíamos recibir sin tener que pedir, a través de la reciprocidad que genera el amor que nos tenemos y el deseo de ver feliz a nuestra persona amada.
Pero lo cierto es que a lo largo de la convivencia se van perdiendo algunos elementos que existían en el comienzo y que son indispensables para que se mantenga la llama del amor encendida.
Mientras la pareja sea la persona más importante, será fácil mantener los detalles, el cariño, las caricias, las frases amables, la tolerancia, la disculpa, el interés y el deseo de compartir. En la medida en que ese lugar sea ocupado por otras personas, será más difícil disfrutar del bienestar de la relación.
Mantener presentes el amor y el cariño, a través de los momentos compartidos, puede ayudarnos a disculpar, a comprender, a tolerar, a expresar lo que sentimos y pensamos, y hasta a darnos una segunda oportunidad si la necesitamos. Anteponer el amor a las actitudes o comportamientos equivocados en un momento dado puede motivarnos a conciliar nuestras diferencias, construir acuerdos para superar los conflictos para crecer como seres humanos.
Desde el comienzo debemos hacer hincapié en los aspectos positivos de la otra persona, en el aporte que nos brinda y en el significado de su presencia en nuestra vida, pues así sentiremos la disposición y la motivación de compartir lo mejor de cada uno de nosotros, sintiéndonos dispuestos a cambiar hábitos o actitudes que pudieran entorpecer o afectar negativamente el desarrollo de nuestra vida juntos.
La vida en pareja puede ser una maravillosa experiencia cuando ambos estamos dispuestos a compartir todo lo que somos y tenemos, apoyados en el amor y la confianza de sabernos queridos, valorados y respetados.
Proteger la relación
No permitir que el estrés y las tensiones producto del trabajo, la economía, el tráfico o los comentarios de la familia afecten lo que sienten por el otro.
Estar dispuestos a contribuir
La mejor manera de fortalecer la relación es hacer cosas por el otro. Colaborar, compartir y participar hace que nos sintamos queridos e importantes.
Expresar el amor
Las palabras cariñosas, las frases de reconocimiento, los detalles, las caricias, escuchar con atención son algunos de los instrumentos que te permitan compartir y expresar tu amor.
Pasa la página
Querida Maytte, siempre te leo. Contigo entendí la importancia que tiene perdonar; y a pesar de que lo he intentado varias veces, todavía no logro salir de la rabia que siento por mi exesposo. Nos separamos hace más de un año y todavía me siento afectada por lo que me hizo. ¿Cómo puedo recuperar mi alegría y la confianza en las demás personas después de lo que me pasó?
R.M.
La solución. Existen varios ejercicios para perdonar, pero el elemento indispensable para que funcionen es tu voluntad y deseo de hacerlo. Mientras conservamos el deseo secreto de que la situación se solucione o la persona cambie y reconozca su error, nos será mucho más difícil soltar y pasar la página. Tómate el tiempo necesario para reflexionar acerca de lo sucedido y pregúntate qué puedes aprender de todo eso.
Ambos hicieron o dejaron de hacer cosas para que la relación tuviera ese final. Estar dispuestos a asumir parcialmente nuestra responsabilidad hará que podamos soltarnos más fácilmente de la afectación que todavía nos produce la otra persona.
Acepta y disponte a invertir toda tu atención, entusiasmo y energía en construir una nueva vida, positiva y diferente para ti, solo tú puedes protegerte y evitar el sufrimiento. Hoy puede ser el primer día del resto de tu vida... ¡Vuelve a empezar!
Recuerda que solo podrás soltar los nudos que te mantienen atada a esa situación del pasado si estás llena de amor, comprensión, valor y te sientes dispuesta a realizar el proceso de pasar la página desde tu corazón.
Ejercicio. Encuentra un momento y un lugar tranquilo donde puedas desconectarte de tus asuntos pendientes por unos minutos.
Cierra los ojos y concéntrate en el sonido de tu respiración... Cuando te sientas tranquila visualiza un globo, con el rostro de una persona querida dentro de él. Conéctate a todos los sentimientos positivos que te genera su presencia y llénate de amor.
Luego cambia la imagen del rostro de tu ser querido por el de la persona que deseas perdonar y continua experimentando los mismos sentimientos. Háblale mentalmente y dile todo lo que piensas y lo que sientes, imagina que te escucha... toma una respiración profunda y perdónala.
Imagina que la persona sonríe y que acepta tus pensamientos. Observa cómo el globo con su rostro adentro se eleva hasta perderse en el cielo. Mantén los mismos sentimientos positivos dentro de ti.
Sin abrir los ojos, recuerda mentalmente donde te encuentras, siente tu cuerpo y dale gracias a Dios. Cuando te sientas lista y tranquila, abre los ojos suavemente.
Recuerda practicarlo durante 15 días consecutivos, junto a tu decisión de pasar la página, para soltar y comenzar una nueva etapa en tu vida.
Maytte Sepulveda
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