Gana autoestima. Es muy importante que hagas el ejercicio de conocer tus cualidades, potencialidades y limitaciones; que puedas aceptarte, valorarte y quererte como eres. Tener una autoestima sana te ayudará a experimentar relaciones más satisfactorias y duraderas y a establecer límites en las que no lo son.
Supera la timidez. Decide vencer la resistencia pasiva que sientes cada vez que tienes la oportunidad de conocer a alguien. Refuerza la confianza en ti mismo, en tus cualidades, talentos y mejores características. Atrévete a mostrarte como eres sin expectativas y sin buscar la aprobación de los demás.
Escucha con atención. Muchas veces estamos tan ensimismados en nuestros asuntos que no le prestamos suficiente atención a lo que nos dicen los demás. Si comienzas a escucharlos con atención, no solo podrás conocer el punto de vista de las otras personas, sino mostrarles interés y empatía.
Muéstrate solidario. Si has vivido la soledad seguramente conocerás el valor que tienen la solidaridad, la fraternidad, la compañía, los gestos amables y el afecto que te brindan los demás. Actúa de la misma manera como te gustaría que lo hagan los demás contigo y mejorará la relación con tus amigos.
Escoge a tus amigos. Podemos, ciertamente, tener muchos conocidos. En cambio, cuando nos damos espacio para conocernos, encontramos la afinidad y las semejanzas que tenemos en común y vamos desarrollando un sentimiento de profunda empatía y cariño, a través de los momentos y las vivencias compartidas. Así, es como vamos construyendo una amistad.
Expresa lo que sientes y piensas. La comunicación es el puente que acorta las distancias que nos separan al comienzo de la relación. Por eso es tan importante que seamos honestos al momento de expresarnos, pues solo así les daremos la oportunidad a los otros de conocernos.
Maytte Sepulveda
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