No está mal ser una persona desconfiada mientras no sea obsesivo, la palabra “confianza” te invita a una reflexión profunda, puede ser un sinónimo de fe, de esperanza, de creencia en algo o en alguien, a pesar de esto no es igual, pero puede interpretarse como un deseo, o la necesidad de creer en algo o en alguien, y más aun si se trata de enfrentar momentos difíciles en la vida.
La “fe” tiene muchos significados, a pesar de que todos provienen de la misma idea original: Sabiduría, confianza, virtud, fidelidad, esperanza y “creencia”. La fe, es el conocimiento de la realidad, tener fe es un sinónimo de confianza. La confianza nos posibilita que nos mostremos como en realidad somos, sin máscaras.
La desconfianza nos incita a que pensemos mal de los demás y con una frase, una mirada, nos originan un montón de ideas y pensamientos que no son buenos.
La desconfianza en ocasiones tiene su base en un pensamiento irracional que induce a malentendidos y sufrimiento dentro de la pareja. Las personas que son desconfiadas están constantemente preocupadas por dudas que no están justificadas sobre la lealtad o fidelidad de sus parejas, sus actos son estudiados en forma minuciosa con el fin de buscar pruebas de intenciones adversas.
Fuente: http://www.creceroperecer.com/
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