1. Estirarte y mover tu cuerpo
No te quedes quieto, tenso y apretado, pensando en todo lo que tienes pendiente... vamos, suéltate un poco, ponte en movimiento, camina al menos 40 minutos al aire libre, realiza algún tipo de ejercicio, ponte en actividad, sobre todo si esta te divierte, te gusta o te hace sentir muy bien.
2. Aceptar a los demás como son
Si cesas en tu empeño de querer cambiar a otros, especialmente si son personas queridas y, por el contrario, te dedicas a resaltar sus cualidades, talentos y características positivas, te será más fácil mejorar y fortalecer la relación que mantienes con ellos. Limpia el cristal a través del cual observas a las personas, no dejes que el prejuicio o la suposición se conviertan en el instrumento que utilices para evaluar el comportamiento o el trabajo que realizan.
3. Cuida tus pensamientos
Cuando uno actúa o habla dejándose llevar por una mente prejuiciada, negativa o temerosa, generalmente sufre innecesariamente y hace más grave la situación de lo que en realidad es. Pero si uno lo hace impulsado por una mente clara, objetiva y optimista, tendrá la capacidad de reconocer y resaltar todos los elementos positivos que tiene cada situación de manera que sea más fácil de afrontar y superar.
4. Restar importancia a las cosas que no la tienen
Muchas veces te aceleras al tratar de hacer varias cosas al mismo tiempo; por eso necesitas aprender a diferenciar entre una situación importante y otra que no lo es, para que puedas ser más efectivo. Recuerda que en la medida en que mantengas la serenidad y la confianza en ti mismo, podrás afrontar lo inesperado de una mejor manera. Aprende a priorizar y organiza mejor tu agenda.
5. Reconciliarte con una persona querida
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tuviste una discusión o un desacuerdo con alguien querido? Tal vez has dejado pasar el tiempo pensando que de esta manera se solucionaría por sí solo; pero lo cierto es que mientras más tiempo pasa sin que hagas algo al respecto, más difícil se torna resolverlo. Necesitas realizar una acción concreta para acercarte a esa persona, pedirle disculpas o decirle algo que les permita quitar las barreras que los han mantenido separados por tanto tiempo. Cuando el cariño es verdadero, vale la pena rescatarlo y mantenerlo.
6. Soltar el acelerador
Deja de correr... Detente y mira a los lados, describe mentalmente el lugar donde te encuentras, observa el paisaje con calma y colócale calificativos como frondoso, bello, majestuoso, verde intenso, azul profundo, infinito, relajante. Si estas acompañado observa su rostro, su expresión, escucha lo que te dice, sin pensar, sin objetar, sin prejuicios, abre tu mente. Y si estás solo, reconoce tus pensamientos, sonríe, respira suavemente, tranquilízate y disfruta el momento. ¡Estás vivo aquí y ahora!
Maytte Sepulveda
Publicar un comentario