El Valle del Jerte (Extremadura) acoge estos días un espectáculo natural maravilloso como es la floración de los cerezos. Más adelante, desde principios de mayo y hasta finales de julio, tiene lugar la recolección de las cerezas, una deliciosa fruta que, como buena fruta roja que es, cuenta con un gran número de propiedades beneficiosas para la salud.
La cereza es muy rica en fibra, por lo que consumo mejora el tránsito intestinal y permite combatir el estreñimiento. Asimismo, ayuda a controlar la glucemia en personas diabéticas y a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Tiene una importante presencia de vitaminas A, del grupo B, C y E, otro factor muy a tener en cuenta, ya que colaboran en el buen funcionamiento del organismo. En especial, hay que resaltar su riqueza en vitamina C, fundamental en en los procesos de producción de la piel, los tendones, los ligamientos y los vasos sanguíneos. Permite sanar también más rápidamente las heridas y mantener en buen estado los huesos, cartílagos y dientes.
Flor Cerezo |
La cereza es rica también en minerales como el hierro, el calcio, el magnesio, el azufre y, sobre todo, potasio. Hay que tener en cuenta que el potasio es necesario para el correcto funcionamiento de músculos, sistema nervioso, corazón, riñones y balance de fluidos.
La cereza es una fruta rica en hidratos de carbonos y, aunque su aporte de calorías es inferior que en otras frutas, no está recomendada para diabéticos y hay que limitar su consumo si se está realizando dietas de adelgazamiento. Además de la fruta en sí, los rabillos son utilizados como depurativos y diurético, siendo muy recomendable para eliminar las toxinas que se van acumulando en el cuerpo.
En definitiva, la cereza, además de ser una de las frutas que más gustan y que más usos tiene en la cocina, es una extraordinaria aliada de nuestra salud.
Fuente: http://www.cosasdesalud.es
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