La mejor manera de lograr que tu punto de vista sea aceptado no es gritando. Es escuchando como sabrás de qué manera hablar más efectiva y convincentemente. La mejor manera de ayudarte a ti mismo es ayudando a los demás.
Esa hermosa paradoja es la base de la civilización en su forma más maravillosa. Cuanto más positivamente afecte tu vida a los demás, más brillantemente se reflejará a su vez en ti. Si te sientes un poquito deprimido, ofrece tu bondad, tu cuidado, tu tiempo y tu atención a alguien. Y haciéndolo levantarás, como mínimo, a dos personas.
Fuente: Oasis
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