“Merece la pena intentarlo cuando hay amor, cuando ese amor nos llena de felicidad y de esperanza y cuando ambos libremente, sin condicionantes de ningún tipo, manifiestan su firme voluntad de superar las barreras y circunstancias adversas que están viviendo”.
En cambio:
“Cuando el deseo de continuar sólo viene de una de las partes, debemos aprender a respetar la decisión del otro. Ahí nuestra grandeza no será exigir o manipular, sino sabernos retirar a tiempo y, cuando nuestro equilibrio nos lo permita, ofrecer nuestra ayuda y nuestra generosidad, sin intereses ocultos ni exigencias enmascaradas.”
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