Les voy a hacer preguntas sobre otro tema. Siéntense en sus lugares, tomen una hoja y un bolígrafo". Los estudiantes se sintieron bastante satisfechos por su astucia. "Ésta es la primera pregunta", dijo la profesora: ¿Cuál de las cuatro llantas se pinchó?". Ya podemos imaginarnos el resto…
Esta anécdota ilustra los límites de la mentira. Tarde o temprano ésta se descubre; entonces viene el ridículo y la vergüenza.
A veces estamos muy tentados a decir sólo una parte de la verdad para salvaguardar nuestros intereses, nuestra reputación, o escapar del sufrimiento. Nunca olvidemos que Dios nos ve.
Desconozco a su autor
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