Hay personas que van más allá y conciben al ser humano como un fenómeno multifacético compuesto por cuerpo físico y cuerpos sutiles. Esto es cierto. Es parte de nosotros. Sin embargo, somos mucho más. Somos una manifestación individualizada de la Totalidad. Una expresión del Gran Orden. La materialización de una idea divina.
En proporción ha habido muy pocos hombres y mujeres que han comprendido este engaño egótico y que han vislumbrado la verdad tal y como es: Somos parte del Todo y eso nos hace ser el Todo. A esto se refiere el concepto de Unidad. Somos uno con los demás, uno con la naturaleza, con la Creación.
El desapego parte de la comprensión de la Unidad. De saber que a pesar de la distancia, la separación física, e incluso la muerte; el amor siempre prevalece, siempre une, siempre existe.
Ha sido una constante en mi vida este proceso, en donde el Universo me invita a volver a experimentar el amor a través del desapego de algunos de mis seres más amados. Por eso, esta edición está dedicada a esas almas viajeras que en búsqueda de un sueño decidieron emprender un camino fuera de la ciudad de México y que hoy honro su valentía y determinación.
Consejos para practicar el desapego:
1. Vive en el Aquí y el Ahora.
2. Comprende el principio de impermanencia. Es la única constante.
3. Ten certeza del plan Maestro. Ríndete y confía en él.
4. Ama incondicionalmente.
5. Honrar tus emociones permitiéndote experimentarlas.
Namasté
Andrea de la Mora
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