Es común en cierto momento pasar por una situación o por una circunstancia en la que no puedes expresar libremente lo que albergas dentro de ti.
Una pareja posesiva o celosa, un jefe exigente, padres anticuados, un entorno que consideras poco amigable o propicio, sentirte diferente a los demás, tener que cumplir con lo que esperan de ti o te imponen. Estas son algunas de las razones por las cuales no te puedes manifestar como quisieras, a plena luz del día y con el beneplácito o la comprensión de quienes te rodean.
A veces, los temores a expresar tu verdadera identidad o tus pensamientos son infundados y están basados en miedos que tenías cuando eras más joven, o en considerar que si dices lo que piensas no te querrán, no te aceptarán o, peor aún, te excluirán del resto.
Pero hay un lugar en el que la sinceridad, la honestidad y la verdad tienen cabida: tu interior.
En libertad
Tú puedes:
– pensar y sentir lo que quieras.
– tomar decisiones, aunque no veas la manera de llevarlas a cabo todavía: si tu voluntad es férrea, a su debido momento habrá una manera de que parte o todo salga a la luz.
– estar o no de acuerdo con tu entorno (por ejemplo, tu familia o grupo de amistades), y aun así, seguir perteneciendo a él con los mismos derechos que los demás integrantes
-realizar tus propias elecciones, en función de lo que consideras más beneficioso
Es cierto que en muchas ocasiones es necesario esperar un tiempo prudencial o que llegue la oportunidad de dejar salir nuestro verdadero “yo”. Pero mientras tanto, lo principal es que no te avergüences ni presumas que hay ojos inquisidores posados en ti por tener convicciones o emociones distintas a las de tu ambiente o a lo que suponen que deberías hacer – de todos modos, es imposible agradar a todos en el ciento por ciento de los casos.
¡Eres un ser único! Esos matices de diferencia con los demás dan origen a tu individualidad.
¡En tu interior eres un ser libre! Ejercita esta libertad en todas las situaciones que te parezca adecuado. Al fin y al cabo, tú eres quien sabe cabalmente cuál es el pasaporte hacia tu felicidad.
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