Es muy importante anotar que toda relación son dos y desde un comienzo se establecen las bases de lo que será la futura relación de pareja.
Los primeros indicios aparecen incluso durante el noviazgo, vemos algunas cosas que nos inquietan, pero nuestro enamoramiento, nos lleva a ver solo aquellas cosas positivas y a pasar por alto aquello que se nos presentan como un signo de alarma o como grandes interrogantes.
E incluso tenemos nuestra propia versión maternalista de que cuando nos casemos las cosas cambiarán; pero que equivocados estamos por que cuando comienza la convivencia se acentúan las cosas, el proceso de adaptación y de cierta manera la lucha de poderes, quien llevará el mando y como se harán las cosas recrudecen por decirlo de alguna manera, aquellas cosas que nos habían inquietado durante nuestro noviazgo.
El primer año es crucial, en el se establecen las bases y los parámetros, es decir los cimientos de lo que será nuestra futura relación.
Las relaciones de pareja las podemos definir en los siguientes gráficos
1.
2. 
3. 
El primer gráfico nos muestra una relación donde no hay puntos de interés donde cada cual va por su lado, y donde realmente no se ha establecido una relación de pareja.
El gráfico 3 nos muestra un esquema de pareja saludable, donde la parte central o roja, muestra aquellas cosas que tienen en común, que los identifica, las cosas que les gusta compartir, pero cada uno a su vez tiene sus propios intereses, deseos, y hasta actividades.
El segundo gráfico nos muestra una relación de dominio donde uno absorbe al otro, un miembro dominante afuera que minimiza y controla al otro, dentro, no le deja campo de acción y no tiene vida independiente, es lo que claramente nos gráfica una relación donde hay maltrato psicológico o físico.
Donde el de adentro coexiste solo en relación a su dominador.
En la dinámica de esta relación tenemos dos personas, Aquel que maltrata, y aquel que es maltratado.
Diana Ohana
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