yo se lo dé, porque sólo yo pienso en mi mente.
Tengo la inmensa libertad de
poder elegir qué pensar. Puedo elegir ver la vida de manera positiva en lugar
de quejarme o enfadarme conmigo o con otras personas.
Quejarme de lo que no
tengo es una manera de llevar la situación, pero no cambia nada.
Cuando me amo,
al encontrarme en una situación negativa puedo decir: "Me dispongo a dejar
marchar lo que hay en mi conciencia que ha contribuido a crear este
problema".
Todos hemos hecho elecciones negativas en el pasado, pero eso
no significa que seamos malas personas, ni que estemos estancados en esas elecciones
negativas.
Siempre podemos elegir dejar marchar los viejos criterios
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