Si nos diéramos cuenta de que al mismo tiempo en que lo deseamos a otros, nos afectamos nosotros… deberíamos poder tomar la decisión de cambiar la polaridad de nuestros sentimientos y pensamientos, con la intención de alejar todo recuerdo y posible influencia de estas personas hacia nosotros, simplemente deseándoles todo lo mejor donde quiera que estos se encuentren. El odio, genera mas odio y este nos mantiene atados a la situación.
Seguramente te sonara extraño y hasta equivocado… pero recuerda, que la vida constantemente nos retorna todo lo que pensamos, sentimos, deseamos o hacemos, y que la calidad de nuestros sentimientos y pensamientos crea la atmósfera donde se desarrolla nuestra vida cada día.
Y que pasa con las personas que impunemente le hacen daño a otros… la vida se encarga de que cada uno de ellos viva lo que tiene que vivir como consecuencia de lo que hicieron, aun cuando se sientan justificados. Perdonar, no significa liberar a otros de asumir la responsabilidad y el costo de sus errores ante la vida, por el contrario, perdonar, nos libera a nosotros del recuerdo negativo que guardamos, permitiéndonos sanar nuestras heridas, fortalecernos aprendiendo de las personas y de la situación que experimentamos y dándonos la posibilidad de pasar la pagina, para dejarlos fuera de nuestra vida y sin poder, para continuar afectándonos como lo hicieron. Yo se que no es una tarea fácil, sobre todo cuando sabemos que continúan haciendo daño… por eso, te sugiero que dejes de pensar en ellos y cuando lo hagas, evita profundizar en cualquier pensamiento negativo que tengas, actúa con sentido común, protégete en lo posible y defiende siempre tus derechos, tu dignidad y tu estabilidad con valor, confianza y determinación.
Maytte Sepulveda
Publicar un comentario