Lo primero que debemos destacar es que su componente principal es el agua, encontrándose entre un 80 y 90% del total. Su escaso aporte calórico es causado también por su bajo contenido en hidratos de carbono y la ausencia prácticamente total de grasas. En total, por cada 100g aporta solamente entre 10 y 40 Kcal.
Cabe destacar su alto contenido en fibras, (1,5 gramos por cada 100 gramos comestibles), por lo que tiene un efecto saciante muy positivo, fundamentalmente si nos encontramos a dieta, y mejora el tránsito intestinal. También destaca por ser una importante fuente de vitaminas como beta-carotenos o provitamina A, folato y vitamina C, E y B.
También podamos hablar de uno de los principales alimentos antioxidantes debido a la presencia tan importante de vitaminas A, C y E colaborando en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Se recomienda la calabaza para reforzar las defensas, por lo que es totalmente útil para ancianos, niños o personas que estén recuperándose de una enfermedad.
Es una hortaliza muy rica en aminoácidos y otros minerales como magnesio, fósforo, azufre, zinc, cobre y, en menor proporción hierro y calcio. Por último, tiene un alto contenido de potasio.
Nos encontramos frente a un alimento que ayuda a cuidar la vista, controlar el exceso de peso, nos ayuda a prevenir enfermedades, ayuda a eliminar líquidos y facilita las digestiones.
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