Conecta con tu paz interior

Me encuentro de viaje, sumergida en la actividad frenética de la ciudad que visito, rodeada de su ruido, de la cantidad de personas en la calle, caminando, montando bicicleta, del tráfico que produce un exceso de automóviles manejados por choferes que piensan tener la prioridad en el tránsito para llegar a donde van, a tiempo... De pronto, levanté la mirada y me tropecé con la montaña, testigo silencioso del pequeño caos que envuelve la vida de las personas que viven al pie de ella, sin poder, muchas veces, notar y valorar su presencia.

En momentos como estos me pregunto si podemos realmente recuperar la serenidad que nos permita vivir en paz ahí donde nos encontramos. Inmediatamente me respondo que sí, si adoptamos ciertos hábitos de vida diferentes, si cambiamos algunas de las creencias que tenemos instaladas en nuestra mente y si decidimos convertir este proceso en nuestra prioridad.

Pocas veces nos preguntamos si nuestros días tienen calidad, porque en la mayoría de los casos confundimos calidad de vida con comodidad física, ignorando la importancia que tienen otros aspectos más sutiles pero profundos e importantes de nuestra vida para experimentar paz, bienestar y felicidad.

Hacer un alto de vez en cuando a lo largo del día en el medio de nuestra rutina sirve para darnos cuenta de cómo estamos viviendo, para darnos una pausa de relax, rescatar la sonrisa, la buena actitud y para recuperar el sentido de lo que es una prioridad ese día para nosotros.

Si el día tuviese 12 o 24 horas más... las viviríamos de la misma manera como aprendimos a hacerlo. Lo que necesitamos es usar las herramientas que nos permitan comenzar a vivir las horas que tenemos como en realidad deseamos hacerlo.

Lo importante es tener presente que la paz se encuentra dentro de cada uno de nosotros y que mientras más insistamos en buscarla afuera más nos alejaremos de ella. Decidamos vivir atentos a lo que sucede a cada instante, libres del recuerdo del pasado doloroso y desconectados de la inquietud de lo que imaginamos negativamente que podría suceder en el futuro, concentrados en el presente, poniendo nuestro mejor esfuerzo para que suceda lo mejor.

Para recuperar tu paz

• Serena la mente. Evita darle vueltas en tu cabeza a aquellas situaciones que te preocupan o que te afectan. Practica dejar de pensar por unos minutos concentrando tu atención en cada cosa que haces. Trae tu mente al presente.

• Acepta y sigue adelante. Cuando te encuentras en situaciones difíciles es importante que asumas tu realidad sin fantasear o imaginar que será distinta. Así podrás enfrentar la situación confiando en tus capacidades.

Maytte Sepúlveda