Decretada el 26 de febrero de 2008 y localizada en el municipio de Benito Juárez, en Quintana Roo, tiene una superficie de 4 mil 257 hectáreas y está constituida principalmente por manglares y otros humedales (tulares, petenes y relictos de selva baja inundable).
Esta área es el relicto de humedales más importante, asociado al Sistema Lagunar Nichupté, que permite el mantenimiento y desarrollo de la dinámica ecológica lagunar y de los arrecifes que conforman el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, que forman parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano.
Los manglares además de proveer refugio y alimentación de alevines, de especies amenazadas o en riesgo de extinción, también cumplen una función trascendente como trampa de sedimentos y nutrientes para mantener la calidad del agua que requieren los arrecifes de coral.
Los corales, a su vez, junto con las playas y dunas protegen a los manglares contra el daño causado por el oleaje de tormentas y ciclones y la elevación del nivel medio del mar y en su caso los ecosistemas adyacentes.
De ahí la importancia de la declaratoria como área natural protegida que tiene el gran reto de salvaguardar una región en la que se espera una mayor manifestación del cambio climático y que depende de la conservación de la estructura funcional básica de los humedales, las playas, las selvas y los arrecifes.
Fuente:
SEMARNAT, blog
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