Analizaos: cuando os sentís habitados por la presencia sutil de un ser querido, constatáis que no tenéis necesariamente necesidad de su presencia física para sentiros con él. Si sentís fuertemente la necesidad de una presencia física, es porque estáis saliendo de vuestro mundo interior, y ahí corréis el riesgo de encontraros con grandes sufrimientos. Porque, ¿quién dice que las circunstancias no os privarán un día u otro de este ser a quien amáis?… Cuando estáis habitados por una presencia interior, las circunstancias externas tienen menos importancia para vosotros. Éste es un criterio: si, pensando en aquellos que amáis, sentís tanta alegría como cuando les veis, sois libres, y esta alegría no os abandonará."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Publicar un comentario