Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: La amistad en el amor
Author: Jose Luis Duarte
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Los amores que se afianzan son los que cultivan la amistad, pues mejoran con el tiempo y aportan la alegría única de compartir la vida. La c...
Los amores que se afianzan son los que cultivan la amistad, pues mejoran con el tiempo y aportan la alegría única de compartir la vida.

La curva de la pasión es sinuosidad (sube y baja), mientras que la de la amistad dentro de la pareja se asemeja más a una espiral en ascenso. Porque los años de convivencia afianzan la amistad en la relación. le dan cuerpo. Como los buenos vinos, que mejoran, emborrachan lentamente y saben a uva fresca.

La PHILIA (como los griegos llamaban a la amistad) cuaja los afectos, cristaliza las diferentes individualidades; los amigos son dos narcisismos que se anudan con ternura, según decía RILKE. No somos iguales, pero nos comprendemos, nos escuchamos, nos peleamos con decoro, y el amor sigue su curso.

La amistad se aprende y “se hace” sobre la marcha. No solamente “hacemos el amor”, también “hacemos la amistad”.

La experiencia de la amistad es tan reveladora en sí misma que no poseemos un lenguaje especial para explicar su conformación y afianzamiento. Si alguien nos dijera: “Ayer mi pareja y yo hicimos la amistad”, sonaría extraño. La semántica de la amistad no es tan extensa como la de la pasión, no estamos acostumbrados. Hacer la amistad requiere paciencia, tiempo de maduración, buen clima, experiencias compartidas, con o sin ropa. “HACER LA AMISTAD”, de eso se trata la vida de pareja. Es la alegría de que la persona amada ronde nuestra vida.

“AMAR ES LA ALEGRÍA DE QUE EXISTAS”, dice el filósofo francés Comte-Sponville. Yo supongo que cuando dos personas coinciden en semejante declaración de amor ocurre algo parecido a un terremoto afectivo. ¿Habrá mejor suerte, mayor dicha?

Sin embargo, es una quimera pedir que la pareja sea nuestro mejor amigo. Basta que la persona amada esté en la lista de los más cercanos, de los más confiables, incluso basta con que sepamos que no estamos durmiendo con el enemigo.

Y es que la confianza básica es imprescindible para que la amistad de pareja florezca. La certeza de que nunca vas a hacerme daño intencionalmente es algo que no puede negociarse.

Hacer la amistad: vivir a cuatro manos, como una sinfonía que vamos inventando y disfrutando minuto a minuto.

WALTER RISO (autor de “Amar o depender” y “Los límites del amor”).

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