Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Agotamiento por Merlina Meiler
Author: Jose Luis Duarte
Rating 5 of 5 Des:
Mucho de lo que escribo lo baso en hechos tangibles: es autobiográfico o le ha sucedido a personas de mi entorno o a quienes me consultan. P...
Mucho de lo que escribo lo baso en hechos tangibles: es autobiográfico o le ha sucedido a personas de mi entorno o a quienes me consultan. Por eso, pensando en qué tema tratar en este post, me vino a la mente describir cómo estoy en este momento en particular. Lo resumiría en una palabra: agotada.

Y sé que muchos de ustedes, al leer estas líneas, se sentirán identificados.

Es que el agotamiento se produce por diversas razones: exceso de trabajo, de responsabilidades, dificultades para conciliar el sueño o para dormir una cantidad razonable de horas, acumulación emocional, mal uso de la energía, preocupación excesiva, etc. etc.

¿Qué conviene hacer para sentirnos mejor?

Lo principal es enfocar realmente qué es lo que nos provoca el estado de agotamiento – en mi caso, muchos temas laborales para cubrir en poco tiempo (es una bendición tener trabajo, aunque a veces no podemos regular exigencias o fechas de entrega). Saber cuál es el foco que hace mermar nuestra energía es un buen inicio para recuperarnos. Hay gente que desconoce qué le produce estrés o cansancio y, en muchos casos, se trata de falta de límites, situaciones intrapersonales o interpersonales no resueltas o, incluso, la cercanía de alguna persona con la que nos cuesta interactuar. Actuar sobre la causa en la medida de lo posible aliviará la situación.

Luego, ten presente que, en situaciones de agotamiento, no podemos rendir al 100% ni estar en todos lados o satisfacer a todo el mundo. Sí podemos hacer y lograr muchas cosas, pero además, exigirnos lo mismo que si estuviéramos refrescados o recién llegados de vacaciones denota cierto maltrato hacia nosotros mismos por no entender por lo que estamos pasando y darnos el lugar que tenemos en nuestra propia realidad. Entonces, hasta que se extinga la causa del agotamiento, trátate con suavidad y compréndete: que la sobreexigencia externa no se traslade a tu interior y haga eco en tus decisiones, sumando mayor presión aún, depende de ti.

Intenta descansar más de la cuenta. Siempre deja una ventana de, como mínimo, 24 horas libres en tu semana (un día entero). Precisamos saber que un día podemos dormir de más o hacer siesta, pasear, recrearnos, comunicarnos con otra gente o quedarnos solos y tranquilos, según precisemos. Si no puedes tomarte 24 horas seguidas (por ejemplo, en caso de estar a cargo de un familiar enfermo), ten espacios de recreación bien definidos, en los que ni toques el tema que ocupa tu tiempo y tu fortaleza.

Involucra a más gente para que te ayude. Quienes nos rodean no son adivinos y tal vez no saben que necesitas asistencia extra por estar en una coyuntura especial. Pedir a otro miembro de la familia que cocine o lave los platos, delegar trabajo o invitar a allegados a que pasen más tiempo con tus hijos, entre otras opciones, puede hacerte sentir más aliviado – y recargar tus pilas aunque solo sea momentáneamente – ¡todo suma!

Mímate y date gustos. Cuanto mejor te trates en estos momentos, mejor y más descansado te sentirás. Tener contacto con la naturaleza o comer algo que te parezca delicioso cambian el humor, incluso en los momentos más estresantes.

Ten en cuenta que este momento también pasará. La forma en que lo transites y que los tiempos de algún modo se acorten dependen de tus conductas y de tus decisiones.

¿Qué sueles hacer cuando estás agotad@?

Fuente:
Mejora Emocional

Advertisement

Publicar un comentario

 
Top