Esa es la razón por la que al comenzar un paquete no se puede parar de comer hasta terminar, además provoca deseos incontrolables de seguir comiendo uno tras otro sin importar si se tiene sensación de llenura. Una explicación para que las personas tengan este comportamiento tan incontrolable es por el alto contenido de grasas y de carbohidratos que estas tienen.
Según un grupo de científicos, en algunos estudios realizados han descubierto también que el tipo de alimentos como las patatas fritas estimulan las áreas cerebrales que se relacionan con el placer, la adicción y la recompensa; además existen otros factores como el contenido de sal y lo crujiente de este producto que también pueden generar mucho placer. Asimismo, encontramos otros alimentos como el chocolate, que elevan los niveles de dopamina, el cual es un neurotransmisor relacionado con el placer.
¿De qué forma nos perjudica comer patatas fritas?
El consumir frecuentemente patatas fritas nos puede llevar a un problema grave de sobrepeso, lo cual es verdaderamente perjudicial tanto para nuestra apariencia física como para nuestra salud. Está claro que sufrir sobrepeso es muy malo para el organismo, pues esto nos puede llevar a sufrir de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, entre otras no menos graves.
Como lo vimos anteriormente el consumo de patatas fritas se puede volver un problema de adicción, y como todos los adictos deberán ser tratados por un psicólogo pues el comer descontroladamente no es sano. Lo más curioso de todo, es que no todas las personas desarrollan este tipo de adicción, no todos tienen esa predisposición genética. Es importante descubrir a tiempo a quiénes la padecen para que reciban la ayuda pertinente antes de que sea demasiado tarde y ya tengan demasiado sobrepeso, y por consiguiente se deban someter a tratamientos más rigurosos y traumáticos.
¿Cómo se puede prevenir?
Debemos enseñarle a nuestros niños a comer sanamente, no es bueno tener la costumbre de empacarles este tipo de paquetes en la lonchera, es muy saludable enseñarlos a comer frutas en lugar de patatas fritas, eso no quiere decir que no las puedan comer jamás; sí las pueden comer pero muy de ves en cuando, y controlando la cantidad y la frecuencia, de esto dependerá que no se acostumbren a consumirlas mucho.
Una forma de prevenir estos desórdenes es el ejemplo que los niños reciben de los padres y demás adultos cercanos, no sólo en lo que a la alimentación se refiere, sino en todos los aspectos de la vida.
Fuente: Mejor con salud
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