y llegan para sanar.
Las que tienen tu nombre
y en la lluvia viven.
Las que se escriben
en tu mejilla en la noche
y al día siguiente,
una sonrisa guardan.
Las primeras al nacer,
las que dejas al partir.
La bienvenida a un nuevo tiempo,
la despedida al amanecer.
Las que reciben a una mirada
que se pierde , en nostalgias.
Las que bebes de prisa,
para que nadie lo note.
Las que saben más de ti,
que tu misma
y mientras caen
el alma comienza a respirar...
Esas que te dan paz.
Loreley J. Acosta Silveira.
6 de agosto, 2015.
Desde lejos pero cerca.
Feliz vida.
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