Y utilizaste mis días para saber quién eras...
Ya recordé dónde me quedé, en qué lugar de mis memorias me abandoné,
Y me renazco de la agonía de serte, resucito de las cenizas de mí antes
Después de ti.
No te necesito para saber quién soy, ni para amarme...
Te quito el poder de darme mi poder...
Ayer, eras mi lluvia, mi tormenta... Y mis ojos se ahogaban con tus silencios...
Hoy, me engendro, me concibo en mis sonrisas y mis días sin ti...
Ya no me eres, ya, me soy...
Las nubes se esconden y salen los rayos de mi sol.
Vuelo... alto, bajo... pero vuelo siendo mis alas.
Beatriz Fonnegra
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