Esta actividad se ha lleva a cabo en diferentes áreas naturales protegidas desde mediados de los noventa y en la cual han participado instituciones y organizaciones nacionales e internacionales a través de sinergias académicas y financieras, mismas que han fortalecido en mucho esta actividad.
Se realiza para dar seguimiento de algunas poblaciones de especies emblemáticas, indicadoras, prioritarias, sombrilla, entre otras.
Un ejemplo es el que se realiza cada año en las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio para conocer el número de ejemplares que llegan a las costas de Baja California durante la temporada invernal.
A bordo de una embarcación menor a una velocidad de 10 km/h, dos observadores ubicados uno de cada lado de la embarcación para tener la línea de visión perpendicular a la línea de navegación, levantan los censos en transectos previamente establecidos para señalar a las ballenas avistadas. Un apuntador registra los avistamientos, agrupándolos en ballenas solitarias o madres con cría.
Otro ejemplo es el de tortugas marinas con el fin de contribuir a su protección y conservación y caracterizar la distribución espacio-temporal de su anidación, monitorean las hembras, nidos y crías en 10 km de playa.
En este componente pueden participar instituciones de educación superior, de investigación, así como las organizaciones de la sociedad civil que realicen acciones de investigación, protección, conservación y recuperación de la biodiversidad mexicana.
Fuente:
SEMARNAT, blog
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