allí donde aquella sonrisa un día
hechizó mi mirada,
allí donde las manos se rozaron
en una dulce sinfonía,
allí donde el ayer dejo de existir
y el sol volvió a brillar,
allí donde germinó el Amor
de dos almas solitarias,
allí donde un día la pasión
escribió el mejor de los poemas
entre los poros de nuestra piel,
allí donde me juraste “ amor eterno”,
allí donde te dije mi primer “te quiero “
Allí,
en aquel mágico lugar
del que no quiero despertar
Allí,
donde hoy el silencio
ata mi corazón
a nostalgias de TI
...
María Glez Méndez
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