en aquella tarde tórrida,
comenzar un nuevo camino
en el que la alfombra
fuese solo de rosas,
se te olvido
que a veces las rosas
tienen demasiadas espinas
que no supiste apartar
Quisiste burlar al destino,
saltar sobre las espinas del camino,
resurgir de entre las cenizas
cual ave fénix, se te olvido
que eso sólo sucede
en la imaginación de algún pobre soñador
Quisiste burlar al destino
en la esquina de la calle equivocada,
deberías de haber traspasado
la avenida del desaliento
Quisiste burlar al destino,
pero te tiene atrapado
entre sus redes !!
...
Maria Glez Méndez
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