Desperté agradecida por la bendición de este amor que es para siempre, y vi los jardines más verdes que ayer, un canario me acompañó en mi camino y su vuelo me dio un oxígeno más limpio que el que entre tanta tristeza respiré, porque no hay forma de perder al sentir todo esto, aún cuando te niegues a aceptarlo y a sentir lo mismo, pero si tan solo por un instante vieras lo que yo veo, sabrías que es eterno, mi amor.
Desperté dejando el agobio de las presiones y los problemas en el baúl que no he de volver a abrir, no importa el trabajo, ni las lágrimas que me siga costando, podré llenar un mar con la sal que brote de mis ojos, pero la miel de un beso de tuyo, bien vale la pena desangrarme a cada gota y sonreír mientras sufro por esta distancia, porque el re encuentro está escrito, y entonces amor, sabrás la eternidad de un alma enamorada.
Desperté y como cada mañana tu rostro se dibujo en el aire, este día con la sonrisa que me enamora de ti, con la yema de mis dedos seguí tu silueta y fue como inyectarme nuevamente con el milagro de tu presencia, pinté tu nombre en mis venas y sentí tu presencia recorrerme en la sangre, yendo a cada rincón, a cada espacio que sólo tú me conoces, embriagándome de ti y haciéndome sentir la mujer que tú necesitas.
Desperté, y por primera vez en mucho tiempo, no quise volver a dormir, porque mi realidad fue más bella que los sueños donde sin variar te me apareces, hoy sé que soy tan de ti, como tú de mi, y no hay nada que importe más, puede seguir habiendo silencios, diferencias, muchas cosas que aclarar que nunca más se volverán a platicar, me basta este amor que me llena, que me engorda el corazón hasta hacerlo explotar por ti.
BR
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