que esta tarde me buscaste
entre las olas blancas,
por las dunas desiertas
y en una barca solitaria
sobre la arena dorada.
Qué preguntaste al sol
si me envolvió en sus brazos
y a una gaviota errante
si me vio volar sin alas
y simplemente te olvidaste
que al ocaso te esperaba.
María Elena Astorquiza V.
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