- Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente este día, sin querer resolver de una sola vez el problema de mi vida.
- Solo por hoy pondré el mayor de los cuidados en mi aspecto, seré cortés en mis modales, no criticaré a nadie, y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, salvo a mi mismo.
- Solo por hoy me amoldaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adecuen a mis deseos.
- Sólo por hoy, dedicaré 30 minutos de mi tiempo a una buena lectura recordando que así como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, la buena lectura es necesaria para mi mente y espíritu.
- Sólo por hoy, haré una buena acción a favor de alguien que solamente yo sabré.
- Sólo por hoy, haré dos acciones positivas que no sean de mi agrado y procuraré que nadie se entere.
- Sólo por hoy, seré feliz con la certeza de que se sido creado para la felicidad.
- Sólo por hoy, haré un programa detallado. Quizás no lo cumpliré íntegramente, pero lo redactaré. Y me cuidaré de dos calamidades, la prisa y la indecisión. Y si me siento ofendido, procurare que nadie lo sepa.
- Sólo por hoy, no tendré temores, no tendré miedo a gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
- Creeré que la Providencia se ocupa de mí como si no hubiera otra persona en el mundo. Puedo hacer el bien durante un día.
Juan XXIII
Publicar un comentario