No te amo por tu futuro, sino por tu pasado, ese que está lleno de caídas y que te raspó el alma, porque me ha demostrado la fortaleza de tu corazón, tampoco por esa sonrisa que abre cualquier camino, sino por la magia que me hace sentir cuando se asoma en tu boca, tampoco por tus besos, que han sido la miel más deliciosa que he probado, sino por la sensación de libertad que sentí con tus labios atrapando los míos.
No te amo por lo que puedas ofrecer, sino por el hogar que ya sé que existe entre tus brazos, ni por la libertad de respirar en un ambiente que nos pertenecía, sino por que aprendí a ser libre atando mi amor a tu corazón, no te amo por la grandeza que destilas, sino porque pones en jaque toda mi esencia solo a saberte cerca, no te amo por la alegría que has traído a mi vida, sino por la alegría que regalas a todo el que te conoce.
No te amo por la belleza de tu rostro, sino por lo preciosa que es tu alma, por esos gestos de humanidad y humildad que ni siquiera te das cuenta que haces, por la forma en que arqueas las cejas y tu forma de dormir, que no me hace sino sentir ganas de protegerte eternamente, por la felicidad que me inyectabas en las mañanas cuando con voz somnolienta me dabas los buenos días, no te amo por tu perfección, sino por tu imperfección.
No te amo por tu condición, te amo por ser lo que eres y como eres, y también por lo que soy yo cuando estás a mi lado, no te amo por el color de piel o de tu cabello, sino por el color que has puesto a mi vida, no te amo por capricho ni mucho menos por obligación, te amo porque al conocerte, entregarte mi vida fue lo más sencillo, lo que debía ser, lo natural, lo lógico y además lo único que podía hacer, no te amo por nada en especial, te amo, porque eres especial.
BR
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