platos de soledad
entre caras, ya sin música,
sobre aquel mantel
dibujado con lágrimas del alma,
En aquella mesa
que ya no sonríe
con el tintineo de
vasos y cubiertos,
rodeada de sillas
enmudecidas por
manos sin calor.
Es hora de servir...
comida sin color,
borrado por el manto de
palabras con dolor.
Bebida enfriada
por el tempano
de tu corazón
que no deja paso al sol
Es hora ...
Maria Glez Méndez
Publicar un comentario