Nos escribimos en hojas sucias, con tinta invisible…
Me arranco mi piel, me estorba mi cuerpo para serte…
¡Dios! como duele sabernos de otros,
Como llora mi sábana tu cuerpo, mis manos tu rostro…
Mis gemidos tus besos…
Es cruel el destino, nos niega, nos prohíbe…
Lo desafío a nacerme nuevamente, y buscarte en las penumbras de otros,
Y te seré, me engendraré en tu mirada, me parirás en tus manos…
Y nos llamaremos nuestros.
Volveré a morir con tal de vivirte,
Te hallaré en medio de tantos, vacío de todos…
Te amo… y no soy cuerpo cuando te soy…
Me sobro, me deshabito y me eres.
Beatriz Fonnegra.
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