Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Inventos y descubrimientos: La Aviación
Author: Jose Luis Duarte
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Al intentar inquirir en la historia de la aviación es inevitable mencionar que desde los tiempos más remotos el hombre anheló imitar el vuel...
Al intentar inquirir en la historia de la aviación es inevitable mencionar que desde los tiempos más remotos el hombre anheló imitar el vuelo de los pájaros, y coherente con este deseo de libertad, durante muchos años desafió las leyes de la naturaleza con el firme propósito de lograrlo.

MITOS Y LEYENDAS
A lo largo de la historia han surgido numerosos mitos entorno a los intentos del hombre por surcar los cielos, cuenta la leyenda que fueron Ícaro, y su padre Dédalo, los primeros hombres en osar volar, en su necesidad inminente de huir del rey Minos de Creta, ambos imitaron el vuelo de los pájaros al proveerse de alas, Dédalo pudo aterrizar en Sicilia, no así Ícaro quién claudicó al intentar alcanzar el sol.

EL HOMBRE APRENDE A VOLAR
Apartados de mitos y leyendas, al pretender revelar la historia de la aviación es necesario recordar a George Cailey, pionero de la aeronáutica en el siglo XIX, quien en septiembre de 1853, ordenó a su cochero, John Appleby, pilotar el planeador construido por él, cruzando un pequeño valle cerca de Brompton, en Yorkshire, Inglaterra. Este vuelo supuso uno de los primeros pasos hacia los aviones y líneas comerciales de pasaje; al aterrizar el planeador, Appleby se levantó como pudo, volvió con su patrón y le dijo: “Por favor, sir George, quiero dejar el trabajo. ¡Usted me contrató para conducir, no para volar!”.

Por entonces ya se podía viajar en globo y durante el sitio de París, en 1870 – 71, muchas personas salieron por ese medio de la ciudad. Pero los globos sólo podían volar ayudados por el viento, fuente de energía con la que no siempre se podía contar.

En la segunda mitad del siglo XIX se inventó el motor de combustión interna, el cual se adaptó para impulsar aeronaves; más tarde, en 1903, los hermanos Wright volaron por primera vez con éxito en un aparato más pesado que el aire. El vuelo se convirtió por entonces en un deporte muy popular, pero ya había personas de ideas avanzadas que proyectaban utilizar los aviones como medio de transporte.

En 1911 se iniciaron con carácter experimental vuelos postales entre diversas ciudades. Pero en Alemania había comenzado a presentarse un servicio mucho más importante, y todo gracias a las nuevas aeronaves rígidas, los Zeppelines.

Entre 1910 y 1914, unos 35000 pasajeros viajaron de una ciudad alemana a otra sin el menor accidente.

Precisamente cuando la aviación empezaba a convertirse en un medio de transporte muy práctico estalló la primera guerra mundial, por lo que tuvo que adaptarse de una forma precipitada a las necesidades y objetivos militares. El rendimiento de los aparatos y de los motores mejoró rápidamente en aquella atmósfera bélica. La velocidad media de los vuelos en 1914 era de 113 kilómetros por hora, pero debido al conflicto esta velocidad se duplicó para 1918.

Al terminar la guerra, algunos bombarderos se transformaron en aviones para el transporte de pasajeros, pero su carga útil, rentable, era muy baja y los precios resultaron muy costosos. El primer servicio diario entre Londres y París se inauguró en 1919; se empleaba uno de aquellos bombarderos para llevar a cuatro intrépidos pasajeros. Aunque la duración del viaje se redujo a dos horas y media, aún este resultaba muy costoso.

Años más tarde surgieron las primeras compañías aéreas regulares, pues la aviación se encaminaba especialmente al transporte de pasajeros. Una de ellas empleaba el trimotor Armstrong-Whitworth Argosy, que podía transportar 20 viajeros a 153 kilómetros por hora; pero sólo tenía autonomía para 480 kilómetros y las paradas para repostar eran muchas en viajes largos. Ningún avión superaba esa velocidad ni esa autonomía. Los viajes cortos, por ejemplo, entre Londres y París, suponían un ahorro de tiempo notable en relación con el mismo recorrido por tierra, pero en largas distancias esa ventaja no era tan clara. Volar de Londres a Ciudad del Cabo llevaba once días (suponiendo que no hubiese retrasos), mientras que por barco se empleaban diecisiete.

1936 fue un año trascendental para la historia de la aviación, pues empezaron a volar aviones con una autonomía de unos 1.300 kilómetros, lo que revolucionó los viajes largos. Ciudad del Cabo quedó a seis días y medio de Londres, y un año después a sólo cuatro días y medio. Las distancias en la Tierra habían empezado a hacerse cada vez más pequeñas.

Aunque ya los Vickers habían cruzado el Atlántico en 1919, hasta 1939 no estuvieron listos para hacer los aviones comerciales. Pero antes llegó la segunda guerra mundial. Una vez más, los acontecimientos bélicos favorecieron los perfeccionamientos, sobre todo, de las velocidades, que se aumentaron enormemente con el motor de reacción. En Estados Unidos se seguían utilizando motores convencionales en los DC 4 y Constellation, por ejemplo. Para entonces, los ingleses decidieron introducir el motor de turbopropulsión. Los Comet y Viscount redujeron sustancialmente la duración de los vuelos.

La duración de estos motores fue efímera. Los reactores comenzaron a construirse de forma masiva. Los Boeing 707 sobrepasaron a todos los demás.

En la historia de la aviación se considera a la década de 1960 – 70 como la del auge de la aviación comercial, década en la que se indujo a las compañías aéreas a emplear aviones mayores y más rápidos. Surgieron así, el Boeing 747 Jumbo jet, el BAC / Aerospatiale Concorde y modelos semejantes.

Fuente:
Historia y Biografía

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