Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Las dos caras del miedo
Author: Jose Luis Duarte
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En el universo de las emociones, merece la pena reconocer la valentía y capacidad de difusión de Pilar Jericó acerca del miedo. A través de ...
En el universo de las emociones, merece la pena reconocer la valentía y capacidad de difusión de Pilar Jericó acerca del miedo. A través de sus trabajos, Pilar nos invita a retirar el velo atávico para ilustrarnos con otra mirada de ver y concebir el miedo.

El miedo es como una especie de personaje tan necesario en nuestras vidas como lo fuera Ulises para la Odisea. Sin embargo es una emoción impopular, una emoción que nos avergüenza nombrarla y no obstante es básica para los seres humanos. El miedo no es monocolor, adquiere matices y modalidades reconocibles en estados de ansiedad, angustia, pavor y pánico.

Woody Allen decía del miedo que era su compañero más fiel, que jamás le había engañado para irse con otro. Esta humorística forma de describir una de nuestras emociones, tiene su origen en un lugar diminuto y escondido de nuestro cerebro.

Del tamaño no mayor que el de una almendra y albergado en lo más recóndito de nuestro cerebro, la amígdala es el órgano necesario para la interpretación de nuestras emociones. Es sumamente compleja y por eso ocupa un papel primordial en nuestras vidas.

Desde nuestra niñez y adolescencia oímos repetidas veces aquello de que “no tienes que tener miedo”, tienes que ser valiente y si lo manifestabas te exponías a que un coro te cantase aquello otro de miedica, miedica…

¿Te has preguntado alguna vez como sería tu vida sin la ausencia de miedo? Yo te lo diré. Si carecieses de miedo tendrías un grave problema de salud como decía Sartre. El miedo es a nuestra supervivencia lo mismo que un salvavidas a un náufrago en alta mar.

El miedo tiene dos caras, así como si fuéramos los protagonistas de la inolvidable obra de Stevenson, Pilar Jericó se sirve de esta metáfora para hablarnos de dos tipos de miedo que normalmente solemos experimentar y que ella denomina: miedo equilibrante y miedo tóxico. El primero está asociado a la prudencia, nos permite reconocer aquellas situaciones que pondrían en peligro nuestra propia integridad. En cambio, el miedo tóxico es aquel que dibuja en nuestra mente una previsión negativa del futuro y suele estar relacionado con un sentimiento de incapacidad o aquello que llamamos creencias limitadoras cuando decimos “No puedo”, “no soy capaz”, “no valgo”.

He leído numerosos artículos a propósito de cómo mitigar nuestros miedos y me ha llamado la atención lo leído en Expansión.com sobre como perder el miedo a nuestro jefe. Fernando Botella, CEO de Think & Action, nos propone un proceso sencillo basado en cuatro pasos, y cito:

1.Autoconocimiento. Trate de conocer y comprender el miedo. Cuál es su procedencia, qué lo provoca, por qué y cómo le está afectando.

2.Punto de partida. Pregúntese que puede hacer para dejar de padecerlo. Es el momento de tomar decisiones, de elaborar un plan acción.

3.Acción. El miedo sólo se supera desde la acción, la puesta en marcha y la ejecución de las decisiones tomadas.

4.Mantener la observación consciente. Una vez vencido el miedo trate de mantener un estado de observación consciente permanente. Le ayudará a descubrir esos miedos e incluso anticiparse a ellos.

Hasta pronto
Vidal Miranda


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