Si supieras que no hay un solo instante en el que no estés presente en mi boca, y que siempre repito tu nombre con una gran dosis de ternura y compasión, y me acaricio la piel deseando vehemente que al abrir los ojos sean tus manos las que pasean por el mapa de mi cuerpo, quizá sonrías y te des cuenta que un amor así no puedes pasarlo por alto, que sintiendo un poco de lo que yo siento, te alcanza para ser feliz eternamente.
Si supieras que el sol en sus rayos dibuja tu rostro en mis mejillas secando las lágrimas que me causa tu ausencia, y una sonrisa se asoma como tímida mueca en mi boca cuando recuerdo nuestro tiempo juntos, entonces podría ser que dejes de defenderte de este amor que me calcina y aceptes que puedes estar conmigo obteniendo la bendición de un amor tan puro como el de un recién nacido, que sólo busca ser feliz y estrenarse a cada instante.
Si supieras que eres quien lleva los hilos de mi vida, que vivo para ti, que aunque sé que amarte si no es normal, porque nunca antes se había dado un amor así, que soy capaz de morir por ti, sin cuestionarme un solo segundo la entrega de mi espíritu, que creo ciegamente en toda tu palabra, podrías tal vez tomar en cuenta a esta mujer que de rodillas te suplica lo que te sobra de tiempo y amor para ser feliz y tal vez entonces descubrirás que tu también puedes serlo.
Si supieras que no duermo por pensarte, pero que va, ya todo lo sabes, sabes que rezo por ti y por que algún día me permitas volver a abrazarte, sabes que toda mi fortaleza desaparece ante un mínimo sonido de tu voz, y que todos los días pido el milagro de saber algo de ti, que me busques aunque sea para un reclamo, que me hagas parte de tu vida, que me extrañes, sabes que no me cansaré de rogarte por que me permites al menos INTENTAR, volverte a enamorar.
BR
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