se apodera de la ciudad,
mis pasos siguen sin rumbo
Mi alma clama descanso,
cual guerrero en el fin de la batalla
Mi corazón anhela sueños
desperdigados entre sus baldosas.
Mis manos, hoy vacías,
piden un suspiro de esperanza.
Mientras la noche
carcome mi vida,
expiro mi desaliento ...
Maria Glez Méndez
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