Por mis trozos en el camino, por mis sonrisas perdidas...
Por el desorden en mi cabeza... No te esperaba...
Ya ves, no hay mucho para ofrecerte,
Un todo que se alimenta de nada...
Un bolsillo roto, una promesa no hecha...
Un manojo de inciertos... Mi ser imperfecto, mis espinas sin rosas...
No te buscaba... ya mi nostalgia me era,
Alineaba mi antes y mi mañana, pero te hiciste mi hoy.
Mi soledad se siente ultrajada, le he puesto tu nombre,
La vestí con tu rostro... y le ofrecí mi soy...
Solo para compartirme contigo, un segundo, unas horas,
Unos días... una vida... una muerte...
Ya que el destino te escribió en mis hojas,
Te pido, no te vayas sin leerme,
No te vayas cuando adecues espacios, y, mis poros muertos
Me renazcan... No te vayas, sin sabernos mortales.
Beatriz Fonnegra.
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