Que llegarás vestido de ti, sin guerreros que te llamarán valiente...
Me habitarás toda, hasta serme tuya...
Tantos gritos mudos, tantas lágrimas sonrientes,
Disimulaban el vacío de no serte.
Y disfrazaba la libertad de ser, queriendo estar en tu jaula.
Agonizar en tus labios, morir en tus manos...
Engendrarme en tus ojos y parirme en tus gemidos...
He dicho, no morir si no me vives,
Cuando en secreto, moría por vivirte...
Y, aquí estoy... queriendo ser salvada, de esta soledad de tu ausencia.
Me envolveré en las sábanas que te lloran
Y, acariciaré mi ser, con la esperanza de serte.
Beatriz Fonnegra.
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