si el tiempo que pasa
me arruga la cara
y mi piel ya no luce
tostada y lozana.
Querrás que te diga
como hoy cada noche
que tú eres mi faro,
que sin ti yo soy barca
que va a la deriva.
Besarás aún mi boca
que mojó tus labios
y adoró tus besos,
querrás aún dormirte
como ahora en mi pecho.
Recordarás esas cartas
que en versos y prosas
te escribí tantas veces
cuando tú estabas lejos
para contarte mis cosas.
María Elena Astorquiza V.
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