Ciertamente, la existencia nos proporciona cada día ocasiones por las que sentirse triste, desanimado, es imposible no sentirlo, pero ¿por qué mostrarlo? Diréis: «Pero ¿cómo no mostrar lo que se siente?» Cuando os encontráis con alguien, ¿acaso no podéis hacer el esfuerzo de hallar un tema de conversación o incluso un chiste divertido que le beneficie? ¡Reid juntos! Haciéndole el bien a él, os lo haréis también a vosotros, porque lo que él sienta volverá hasta vosotros. En efecto, ahí también actúa la ley del eco sobre la que os he explicado a menudo las correspondencias en la vida espiritual."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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