apagadas por el murmullo de sentimientos
encuentras el sin sentido de un ayer
que no floreció
Flores que mostraron todo su esplendor
entre las piedras que las fueron
carcomiendo
Piedras que se interpusieron en tu camino
haciendolo cada día más difícil
y que no fuiste capaz de apartar
Días que dejaron de brillar
entre sueños inconclusos
de largas noches
Sueños que se esfumaron
entre las esquinas de tu almohada
y los pliegues de la vida
Almohada, hoy anegada,
de lágrimas derramadas
por unos ojos ya vacíos
Lágrimas que surcaron
tus mejillas dejando la
huella del dolor, tras ellas
Mejillas, hoy ya, llenas
de surcos de agonía
sin el brillo del ayer
Ayer que no es hoy
Ayer que no será mañana
Agonía que llega a su fin
rebuscando entre duelos
de sentimientos
consumidos por la vida
...
María Glez Méndez
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