no quieras apagar con tus labios
la risa alegre de mi boca.
No quieras acallarme amor,
no quieras impedir con tus dedos
el libre volar de mis te quiero.
No quieras acallarme amor,
no quieras porque muero,
porque he muerto ya mil veces
ahogada en el agua de mis besos
y en tantas palabras que tengo
atoradas en mi pecho para darte,
escritas a fuego en mis versos
y que quizás, ya no te estremecen.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario