Ya la noche se hizo eterna ante la mirada impávida
de muñecos de porcelana
Ya los días perdieron su color entre nubes de
tormentas ahogadas por los sentimientos
Sabía que no vendrías a la luz de mi mirada
dejando ahogados en mi garganta los sones
de palabras nunca pronunciadas
Sabía que no vendrías al regazo de mis manos
dejando vacíos imposibles de caricias y
huellas lacerantes en el fondo de mi alma
Sabía que no vendrías
pero
me negaba a saber ...
( Hoy quiero soñar imposibles )
María Glez. Méndez.
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