El celular y los niños (Parte 2)

Según un estudio realizado en la Universidad de Lancaster, uno de cada tres usuarios de celular está enganchado. Esto significa que si no está con su celular en la mano y a través del aparato en contacto con el mundo, puede comenzar a sufrir ciertos síntomas como ansiedad, sentirse mal cuando se alejan unos metros del aparato o no ser capaces de pasar sin su celular un día.

A continuación se presentan algunas recomendaciones de acuerdo a la edad de los niños y adolescentes en la forma del uso del celular. Puede ser que disten mucho de la realidad que se vive actualmente; sin embargo, es conveniente conocer lo que dicen los expertos sobre este tema y no dejarse influenciar por la moda o, en el caso de nuestros hijos, enseñarles fortaleza para no dejarse presionar por lo que todos hacen y tienen, sino dejarse guiar por sus padres, pues nadie mejor que los padres querrán lo mejor para su formación.

Uso de celular según la edad de los niños y adolescentes

Menos de 11 años: es preferible que no tengan celular.

11-13 años: usan bastante el teléfono fijo (el de casa), aún no tienen madurez para tener un celular. Es recomendable permitir usar el de la mamá o papá para nuestra tranquilidad en el caso de una fiesta, salida al centro comercial, al cine y otros.

13-15 años: Reciben mucha presión de los compañeros sobre qué celular adquirir, sobre las funciones y la última moda; puede convertirse en una obsesión solicitar un celular. Es muy fácil caer en la adicción. Puede prestársele el de los padres. Si su hijo es un adolescente maduro, responsable, puede dársele uno con tarjeta para manejar el límite de tiempo y de dinero que se invertirá en su consumo. Si desea agregar más tiempo, tendrá que comprar él mismo sus tarjetas con su dinero.

16 años: Es capaz de ser responsable del uso del celular. Puede hacerse responsable del mantenimiento económico y de escogerlo. De esta forma lo va a valorar más y va a ser más considerado con el gasto.

Recomendaciones finales:

1. Usar la tecnología, celular y otros solo cuando es necesario evitará adicción y se tendrá más comunicación en familia.
2. El ejemplo es el mejor maestro, los padres deben hacer buen uso de la tecnología, en términos del tiempo que lo utilizan al estar visitando lugares o a la hora de las comidas, además de prestar cuidado; ya que, por estar atentos al teléfono celular se pierden momentos de vida compartida en familia con sus hijos.

Los invito a reflexionar en la siguiente frase:
¿Por qué esta magnifica tecnología científica que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil nos aporta tan poca felicidad?

La respuesta es ésta simplemente:
Porque aún no hemos aprendido a usarla con tino. -Albert Einstein

Claudia Cuyún
Psicología Familiar y de Adolescentes
Terapeuta en Audición y Lenguaje
Licda. Psicología Clínica