Renuncio a la necesidad de tener siempre la razón
Esta es una trampa, en la cual podemos quedar atrapados; como la mosca en la tela de la araña, cuidado. No siempre tenemos la razón, en varias ocasiones podemos equivocarnos y está bien, está bien no tener la razón, porque puede ser que ese día aprendamos una nueva y diferente forma de hacer algo. Cada día se aprende algo nuevo, si estamos abiertos y dispuestos a aceptar que no somos todólogos, y que en ocasiones nos equivocamos. En ello radica la importancia de escuchar las opiniones de los demás, quienes nos pueden dar su punto de vista, distinto al nuestro, ampliando nuestro panorama. Si le bajamos al orgullo, nos permitimos ser humildes y escuchar, podremos tener más elementos al momento de tomar decisiones.
Renuncio a las creencias limitantes
Hemos recibido información acerca del mundo por parte de nuestros padres, maestros, iglesia, cultura, entre otros. Generalmente, la información que recibimos es la que consideramos como verdadera, pues la recibimos de niños y no teníamos elementos para debatirla, dudarla o defendernos de ella. Muchas de nuestras creencias no son nuestras, no nos pertenecen y nos vendría muy bien transformarlas, modificarlas, remodelarlas o si es necesario, eliminarlas. Mucha de nuestra forma de pensar acerca del dinero, la libertad, la seguridad, el amor, la pobreza, hasta de nuestra valía personal, nos la dieron. Alguien más me transmitió su perspectiva del mundo, lo que significa es que en su época, en su situación y bajo sus condiciones de vida FUE CIERTO; pero para mí hoy, a mi edad, con mi sexo, mis condiciones de vida e historia personal YA NO LO ES. Buena parte del sufrimiento humano deriva de ellas. Revisa las creencias que te hacen sufrir, descubrirás que no son tuyas; transfórmalas y disponte a sanar.
Renuncio a mi resistencia al cambio
El cambio nos asusta, no lo consideramos nuestro amigo. Pensamos que la comodidad es nuestra verdadera seguridad, pero no es permanente. En cuanto te sientas muuuuuyyy cómodo, prepárate, porque un cambio viene y pronto. El cambio ocurre y si no nos preparamos a lo que viene, nos arrastra. Podemos prever el cambio, adaptarnos poco a poco, tomarnos el tiempo que necesitemos en adaptarnos y recibirlo con apertura. El cambio trae cosas buenas, permítelo.
Renuncio a vivir las expectativas de otros
Tu eres un ser único, valioso, precioso, perfecto, con virtudes, capacidades, dones y aptitudes específicas para desarrollarte en ti mismo y ser la mejor representación de ti. Tú y solamente tú, estas diseñado perfectamente para ser tú. Pero, si no sabes quién eres, si no disfrutas lo que haces, si no eres bueno en lo que estás haciendo; existe la enorme posibilidad de que estés viviendo bajo las expectativas de alguien más. Si acaso NO encajas y no funcionas, porque no es un molde ideal para ti, es un molde de otra persona, diseñado para otro, no para ti. Descubre quién eres, disfruta conociéndote y diseña tu vida con aquello que amas para ti. Disfruta ser tú, es reconfortante y recomendable, pruébalo, te va a encantar.
Renuncia a hablar mal de ti
Tú eres el administrador de ti mismo, a ti te fue confiado ese cuerpo, esa estatura, esas habilidades, a ti y solamente a ti. Si tu das forma a quien eres, podrás encontrar gran satisfacción en ser tú, sentirte orgulloso de ti; inicia en el momento en el que te haces buena publicidad, poco a poco te iras haciendo acreedor de eso bueno que dices sobre ti y te lo creerás: SIENDO MARAVILLOSO.
Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
Socia Fundadora de Colegio de Psicólogos
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